Ubicado en Caleta Lenga frente al mar Chileno, en el mismo lugar en que Doña María Inés creó el primer puesto de empanadas de Lenga, dando así origen a lo que hoy es el renombrado centro de restaurantes de Caleta Lenga.
Además de esas tradicionales empanadas, ofrecemos un variado menú con todos los tradicionales platos de mariscos Chilenos de ésta área, pescados, y carnes. Los acompañamos con una variada selección de vinos y cervezas.
Ya conocidos en el área de Talcahuano, Concepción, San Pedro y Hualpén así como visitados por clientes de todo el mundo, nunca hemos olvidado nuestras raíces como el primer restaurante de Caleta Lenga, por lo que hacemos todos los esfuerzos para mantener y mejorar esos sabores y platos originales que hacen famosa a nuestra querida caleta.
Doña Inés, la creadora de Gracilaria, primer restaurante de Caleta Lenga, comenzó a crear los platos tradicionales de la costa como ella los conocía, e imaginaba. La raíz de esos primeros platos de mariscos y empanadas se mantiene hasta hoy día.
Si quiere probar el sabor auténtico de la costa Chilena basados en recetas caseras, los va a encontrar en nuestro Restaurante Gracilaria. Ahora complementados cor otros patos tradicionales y carnes, puede explorar nuestro variado menú desde Machas, jaivas, picorocos, mariscales y caldillos, a congrio a lo pobre y lomo con salsa blanca... y mucho más.
Lo invitamos a que venga a conocer el primer restaurante de Caleta Lenga, con su tradición y auténtico sabor casero de una caleta de pescadores.
Doña María Inés era recolectora de pelillo, o alga Gracilaria, que dió origen al nombre de su restaurante. Cuando en los 80s recolectar pelillo se hizo inviable y la Caleta Lenga se sumió en la pobreza, Doña María Inés fue la primera en comenzar a vender empanadas en Caleta Lenga. Un primer kiosko mínimo pasó a mesas en su casa, luego una Cocinería, y en 1999 en su sueño de un Restaurante con construcción de ladrillo, y empleadas con uniforme.
Su hijo Angel la ayudó en todo, desde bucear para proveérla de mariscos hasta ayudar en el negocio, pasando a administrar el restaurante después de su fallecimiento. Angel se enfocó en mantener "el sabor casero de su madre y la caleta" en los platos y empanadas, a la vez de hacer crecer el restaurante. Su hijo Roberto lo observaba, acompañaba, y ayudaba.
Roberto, todavía adolescente, decidió seguir la tradición de su abuela y padre. Hoy día administra el restaurante, el que con su padre hicieron crecer agregando un segundo piso con terraza. En estos días, debido a COVID-19 junto a sus hermanos Allan y Felipe están enfocados con mucho esfuerzo y dedicación en incluir servicio de Delivery o Reparto a Domicilio, y facilitar el retiro de platos a través de un Food Truck en las afueras de Caleta Lenga. Modernizarse se hace indispensable, por lo que también se ha enfocado en agregar un moderno sitio web con sistema de pedidos de comida en línea para Delivery y Retiro desde el Food truck. Siguen los pasos de su abuela y padre con el mismo entusiasmo y empuje característico de esta familia.